El barrio de San Sebastián y sus famosos panuchos

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A lo largo del pasado siglo XX destacaron algunos establecimientos que inclusive son recordados a la fecha por los habitantes de este barrio

San Sebastián se ha caracterizado siempre por tener muy buenos antojitos yucatecos, pero no es una situación actual, sino que a lo largo del pasado siglo XX destacaron algunos establecimientos de este ramo que, inclusive, son recordados a la fecha por los habitantes de este barrio.

Tal es el caso de “La Flor de Mayo”, un expendio de panuchos que estaba ubicado en el cruce de las calles 75 por 68, y que nuestro amigo, el ingeniero René Flores Ayora, recuerda que, siendo un niño de 12 o 14 años, aún visitaba en compañía de sus padres.

Para ese tiempo el lugar era atendido por María de la Luz, la hija de doña Cruz, quien comenzó con este establecimiento a partir de 1911 cuando falleció su esposo don José de los Santos Mendoza, quien en el predio instaló una pequeña tiendita de abarrotes, Pero según narra Francisco de Montejo Baqueiro en su libro Mérida en los años 20, esta señora comenzó la venta de panuchos en el costado poniente del parque de San Juan a quien se recuerda vestida de mestiza.

En algún momento, doña María de la Cruz Basto, estuvo con su mesa y enseres necesarios para su venta en la Plaza de la Ermita, así como en la puerta del cine Hidalgo, que estaba en la calle 60 Sur, pero también frecuentó las fiestas de algunos suburbios con su rico producto. Fue hasta 1914 cuando se instaló en su propio domicilio, donde improvisó una rústica mesa de regular tamaño y rodeada de toscos bancos sobre el cual instalaba un quinqué de petróleo con el que iluminaba la presencia de sus clientes.

En dicho libro se recuerda que cuando entraron a Mérida las tropas del General Salvador Alvarado, el 19 de marzo de 1915 doña Cruz alojó en el solar de su morada en forma provisional una fracción de soldados con sus mujeres, a quienes proporcionaba asistencia, de hecho, se dice que el mismo general Alvarado solía cenar en la fonda charlando amigablemente con su propietaria.

Durante su existencia a la flor de mayo acudieron también don Felipe Carrillo Puerto, don José María iturralde Traconis y el profesor Bartolomé García Correa, cuando fueron gobernadores, mientras que también se dice que entre los clientes distinguidos también se encontraba Arturo de Córdoba que para entonces era locutor de una estación de radio en nuestra ciudad.

La Flor de Mayo ya es parte del recuerdo de los vecinos del rumbo que también incluyen en el listado de célebres loncherias a la de don Felipe Sánchez Llanes, a quien se le conoció como X PIl, quien desde la década de los cuarentas y durante muchas décadas contó con un puesto de antojitos ubicado a un costado de la iglesia de San Sebastián, entre los que se destacaban por su puesto los Panuchos.

Uno de los clientes de X Pil era Pedro Infante, quien en varias ocasiones llegó a bordo de su motocicleta Harley Davidson, y al respecto, don Carlos Carrillo Pérez, bajista del Grupo Los Dinners, en una entrevista comenta que el era vecino de San Sebastián, y que, siendo un niño, lo mandaron a comprar panuchos con X Pil, y cuál fue su sorpresa al ver llegar al ídolo de México, que esa noche tuvo el detalle de pagar la cuenta a todos los que se encontraban comiendo en la loncheria.

Recientemente platicamos con la señora Reyna María Alonzo, esposa de X Pil que a la fecha sigue vendiendo los sábados y domingos por la noche, sus caldos de pavo y panuchos en su domicilio ubicado sobre la calle 74 entre 73 y 75, y quién nos recordó que su esposo falleció a los 90 años en el año de 1993. El local fue cerrado en el año de 1987.

Más recientemente otro de los establecimientos que dejó huella en este barrio fue el local de Musulungo, que se ubicaba junto a la barda del campo de sóftbol y donde se ofrecían exquisitos caldos de pavo y por supuesto panuchos y salbutes, cuyo sabor es muy recordado por los vecinos del rumbo.

Texto y fotos: Manuel Pool