Un dato curioso sobre el Cenote Siete Bocas es que cuenta con diferentes entradas al lugar, lo cual le atribuye su particular nombre, ya que este posee siete bocas que sirve de respiraderos. Algunas de sus galerías están comunicadas entre ellas, lo cual permite ir nadando de una a otra.
Una de las características propias del cenote es que permite admirar en plenitud la belleza del lugar, donde se pueden apreciar las raíces de los arboles que tratan de llegar al agua para alimentarse de esta. Por otro lado, algo que se puede disfrutar durante el recorrido es la colorida vista que proporcionan las estalactitas que se encuentran en una especie de túnel natural, el cual te llevará a otra boca. Otro de los elementos más resaltantes del recorrido es el juego de luces producto del mineral propio del la formación rocosa.
Una de las particularidades del estas maravillas es que el área del cenote está muy bien cuidada lo que garantiza su disfrute, en el lugar se cuenta con servicios rústicos de baños y regaderas. Desde este cenote hay un camino de unos ocho kilómetros aproximadamente hasta otro, dicho camino se puede recorrer en bicicleta.
La magia de la naturaleza hace que el Cenote Siete Bocas sea un espacio para disfrutar, lleno de saltos, túneles, luces, raíces y algún que otro pez y murciélago, lo cual te permite un contacto directo con la biodiversidad que ahí habita. Dato importante para recordar y tener presente es la de pedir permiso a los aluxes para visitar estos lugares, ya que forman parte de los sitios considerados sagrados.
El costo de la entrada es de $ 250 MXN por persona, unos $13,08 USD. Además y antes de viajar, recomendamos lo siguiente: no usar ningún tipo de cremas corporales, protectores, ni repelentes antes de entrar en contacto con las aguas del lugar; esto último con el objetivo de evitar contaminar la delicada agua de los cenotes. Por ello el lugar cuenta con duchas/regaderas. Es una buena opción llevar máscara de bucear.