Cuenta la leyenda que… “Había un hombre que siempre vivía de mal humor y nunca perdía la ocasión de maltratar a su perro, quien era muy infeliz. Un espíritu del mal, llamado Kakasbal, observó la situación y detectó que podía sacar mucho provecho de esto y de la rabia que seguramente sentía el perro contra el hombre. Por lo que un día se le apareció al perro y entablaron esta conversación:
Kakasbal: ¿Te veo triste, te sucede algo?
Perro: Cómo no voy a estarlo si mi amo me pega y me maltrata cada vez que puede.
Kakasbal: Los he estado observando y sé que te trata muy mal. ¿Por qué no lo abandonas?
Perro: Porque él es mi amo y debo serle fiel.
Kakasbal: Pero si necesitas ayuda, yo podría ayudarte a escapar.
Perro: No. Nunca lo abandonaré.
Kakasbal: Pero nunca va a valorar tu fidelidad. Ni si quiera te lo va a agradecer.
Perro: Pero siempre le seré fiel.
Kakasbalcontinúo insistiendo por un largo rato, por lo que el perro decidió quitárselo de encima diciéndole:
Perro: Me has convencido. ¿Qué debo hacer?
Kakasbal: Es muy fácil, solo debes entregarme tu alma.
Perro: ¿Que obtendré si te la doy?
Kakasbal: Lo que tu desees.
Perro: Entonces quiero que me des un hueso por cada pelo de mi cuerpo.
Kakasbal: Está bien, acepto.
Perro: Entonces empieza a contar.
Kakasbalempezó a contar los pelos del perro pero cuando llego a la cola el perro recordó la fidelidad que debía a su amo y pegó un salto, haciendo que Kakasbalperdiera la cuenta.
Kakasbal: ¿Por qué te mueves?
Perro: Las pulgas hacen que me dé comezón y no puedo dejar de moverme. Vuelve a empezar.
Kakasbal tuvo que empezar una y otra vez, hasta llegar a cien veces. Al fin Kakasbal dijo:
No cuento más. Me has engañado pero me has dado una lección. Ahora sé que es más fácil comprar el alma de un hombre que el alma de un perro”.