Como muchas de las haciendas en Mérida, antes de convertirse en un atractivo turístico se dedicaba a la agricultura y la ganadería en el siglo XVIII, para después ser abandonada por un tiempo.
Después se compró, y en el 2007 se terminaron las remodelaciones que la adaptaron al hotel que es en la actualidad.
Una de sus principales características es la combinación del estilo colonial (y gótico en algunas partes) junto con los lujos y comodidades que brinda un hotel como tal.
La Hacienda Misné se encuentra hacia el este de la ciudad, tomando el mismo camino que si fueras a la San Ildefonso Teya, pero un poco antes de llegar a periférico.