Sotuta de Peón es una de las pocas haciendas henequeneras que existen en plena producción y en la que la historia se encuentra viva. Recorrer sus instalaciones representa una experiencia extraordinaria en la que la belleza, el confort y la aventura son los protagonistas de una travesía por el glorioso pasado peninsular.
El recorrido se realiza en plataformas de madera, jaladas por mulas, con ruedas metálicas que transitan sobre rieles de Cauville, importadas de Francia. Extensos plantíos de henequén nos dan la bienvenida como preámbulo al tour que nos permitirá conocer de cerca Sotuta de Peón, una hacienda Viva.
Los visitantes abordan en la rotonda las plataformas jaladas por mulas que los esperan. De aquí se dirigen, cruzando un hermoso plantel de henequén, hacia la hacienda. La primera escala se realiza en la Casa Maya, típica y funcional construcción elaborada con Paclum, material que se obtiene de una mezcla de tierra y zacate en la que una familia maya realiza sus actividades cotidianas rodeada de henequenales.
La segunda parte del tour consiste en adentrarse a las entrañas de la tierra y apreciar la extraordinaria belleza del cenote Dzul-há , en el que esculturas naturales de piedra enmarcan a un balneario natural de frescas aguas cristalinas, en las que el visitante podrá nadar en una atmósfera inigualable.
Cenote:
Cenote es un término que solo se utiliza en México y que proviene de la palabra maya «dzonot», que significa «abismo»; son pozos de agua dulce creados por la erosión de la piedra caliza, suave y porosa, pero para el mundo maya eran fuentes de vida que proporcionaban el líquido vital, además de ser una entrada a las maravillas del otro mundo y el centro de comunión con los dioses. A pesar de que la propiedad cuenta con más de 8 cenotes, tenemos para ofrecerle dos hermosos cenotes completamente funcionales con agua cristalina dignos de ensueño. Son albercas naturales. Uno puede sumergirse en sus frescas aguas y transportarse literalmente a un mundo sin preocupaciones.