Yucatán tiene un legado histórico como pocos territorios en el mundo. En sus inmediaciones se yerguen majestuosos centros ceremoniales, ciudades capitales y bellos edificios de piedra labrada y arquitectura perfecta.
Chichén Itzá, Uxmal, Ek Balam, Dzibilchaltún y Mayapán, entre muchas otras, son la herencia de una de las más grandes civilizaciones del mundo. Desarrollados en diferentes épocas, cada uno fue considerado tanto complejos habitacionales como centros ceremoniales.
Puuc, que quiere decir «serranía», es el nombre con el que se conoce a una serie de cerros de escasa altura con una zona cultural y estilo muy singular, y también es el nombre que posteriormente recibió el estilo arquitectónico que tienen los sitios de esa región.
Algunos elementos característicos del decorado Puuc incluyen las pirámides rematadas por cresterías; las pequeñas y falsas columnas encajadas en las fachadas, y las figuraciones de chozas mayas estilizadas. También son muy utilizados los rombos y las grecas, a los que se agregan algunos elementos figurativos como las serpientes y los mascarones de Chaac, el dios de la lluvia. Ese tipo de decorado está constituido por numerosísimas piezas de piedra, talladas previamente y luego ensambladas a manera de mosaicos, lo que produce un soberbio efecto decorativo.
Existen en esta zona varias cisternas o chultunes que servían para recoger agua de las lluvias, ya que en esta zona no existían los cenotes, y no había otra fuente de abastecimiento del indispensable líquido; es por esto que en la zona Puuc las representaciones del dios Chaac son tantas y tenían tanta importancia, debido a que la población maya le rendía culto para pedirle lluvias suficientes. En esta zona se encuentran las zonas arqueológicas de Uxmal, Chacmultún, Kabáh, Labná, Oxkintok, Sayil y Xlapak.