Esta historia se centra en un poblado llamado “Zací” que significa gavilán blanco, se cuenta que hace un tiempo existían dos familias que compartían el poderío del pueblo, Los Cocom y los Cupules.
La gran curandera y hechicera (x-men en maya) del pueblo era la jefa de la familia de los Cocom, una anciana fuerte e influyente quien tenia una nieta llamada Zac-Nicté o flor blanca.
Por el otro lado Halach Huinic descendiente de la familia de los Cupules tenían un hijo, el príncipe Hul-kin, los dos adolescentes tuvieron una amistad que culminó con un amor.
El cacique al darse cuenta de esta relación tomo la decisión de enviar lejos al joven hacia un poblado en el cual ya había pactado un casamiento para que Hul-kin se casara con la princesa de ese lugar.
Zac-Nicté se sentía triste y desolada al darse que su amado príncipe había partido, ella perdió su alegría que la caracterizaba y aquel brillo en sus ojos ya no se veía mas, así que sin saber que mas hacer, le confesó a su abuela que se encontraba embarazada de Hul-kin.
La abuela que era la hechicera mas poderosa del pueblo le prometió que usaría todo su poder para traer de vuelta a su amado príncipe, pero él, estando en aquel poblado lejano, se había olvidado de ella gracias a la hermosura de su nueva pareja.
Un día Zac-Nicté al darse cuenta de la boda de Hul-kin tomo la decisión de atarse una piedra a su hermosa cabellera y arrojarse al fondo del cenote maya, hoy en día es conocido como el cenote Zací.
Justo en ese instante el príncipe sintió un enorme mal exactamente en el corazón, esto lo llevó de vuelta a Zací solo para darse cuenta de que su querida había muerto.
Preso del mal, Hul-kin además se lanzó al cenote dejándose ahogar para demostrarle a Zac-Nicté su amor incondicional.
La hechicera al notar este acto dijo: “te he cumplido Zac-Nicté, te he traído otra vez a tu amor”, de forma simultanea que arrojaba una maldición al cenote, el cuál cobraría la vida de algún joven para honrar el cariño de Zac-Nicté y Hul-kin.
En la actualidad se puede hallar el cenote Zací como un lugar turístico, pero la historia sigue viva en Valladolid, todos los años, cuando el manto verde del agua se torna a un tono obscuro, se ahoga una persona, cumpliéndose de esta forma la maldición de la hechicera. Todos los cuerpos aparecen precisamente a los 3 días.
Los únicos que jamas salieron fueron los cuerpos de Hul-kin y Zac-Nicté. Sus almas permanecen unidas en el fondo del cenote.