La gastronomía yucateca es rica en historia y tradiciones, y dos de sus platillos más emblemáticos son el relleno negro y el relleno blanco. Estas recetas, con influencias prehispánicas y coloniales, forman parte de las festividades y la cocina cotidiana en Yucatán.
Relleno Negro: El Sabor del Chilmole
El relleno negro es un guiso espeso de color oscuro, elaborado con carne de pavo o pollo, recado negro (una mezcla de especias y chiles quemados), tomate, ajo y cebolla. Se acompaña con but negro, una especie de albóndiga de carne molida con huevo cocido en su interior.
Este platillo se distingue por su sabor ahumado y picante, resultado del recado negro, que se obtiene al tostar chiles secos hasta que adquieren un color casi carbonizado. Tradicionalmente, se sirve con tortillas y arroz, siendo un plato infaltable en celebraciones como el Hanal Pixán (Día de Muertos).
Relleno Blanco: Sabor Suave y Aromático
El relleno blanco, en contraste, es un platillo más suave y con un toque cremoso. Se prepara con carne de pavo, recado blanco (una mezcla de especias como pimienta gorda y comino), almendras, pasas, alcaparras y aceitunas.
Se acompaña con but blanco, una albóndiga similar a la del relleno negro, pero sin los chiles tostados, lo que le da un color más claro. La salsa blanca, elaborada con harina y caldo de pavo, le aporta una textura espesa y un sabor delicado.
Un Dueto de Sabores en la Cocina Yucateca
Ambos platillos representan la diversidad culinaria de Yucatán. Mientras el relleno negro es intenso y picante, el relleno blanco es más suave y aromático. En muchas familias yucatecas, estos guisos se preparan en ocasiones especiales, conservando una tradición que ha pasado de generación en generación.
Si visitas Yucatán, no puedes dejar de probar estos deliciosos platillos, que reflejan la fusión de la cocina maya con la influencia española.