El queso relleno es uno de los platillos más emblemáticos y sofisticados de la gastronomía yucateca. Se cree que su origen fusiona influencias europeas, traídas durante la época colonial, con ingredientes y técnicas de la cocina maya, resultando en una obra maestra culinaria que destaca por su complejidad y sabor.
Este platillo se elabora con un queso tipo Edam, también conocido como queso de bola, que se vacía cuidadosamente para rellenarlo con un guiso de carne molida de cerdo o res, sazonado con especias, pasas, almendras y aceitunas, creando una mezcla dulce y salada. Una vez relleno, el queso se cocina al vapor o se hornea hasta que adquiere una textura suave pero firme.
El queso relleno se sirve acompañado de dos salsas tradicionales: el kol (una salsa espesa a base de harina y manteca) y el jugo de tomate, que aportan un contraste de sabores y texturas. El platillo se completa con arroz blanco y tortillas de maíz, formando un banquete lleno de color y sabor.
Aunque su preparación requiere tiempo y dedicación, el queso relleno es una muestra de la riqueza cultural de Yucatán. Su presencia es común en celebraciones importantes como bodas, fiestas patronales y reuniones familiares, convirtiéndolo en un símbolo de hospitalidad y tradición.
Probar queso relleno es descubrir la historia, creatividad y el arte culinario de la península de Yucatán en cada bocado.