El relleno negro es uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía yucateca, caracterizado por su profundo color negro y sabor único. Su origen se remonta a la época prehispánica, cuando los mayas utilizaban el recado negro, una mezcla de especias y chiles quemados que otorga su característico color y aroma ahumado.
Este guiso se prepara tradicionalmente con pavo o pollo, el cual se cuece en un caldo condimentado con el recado negro. Este condimento incluye chiles como el chile ancho, chile pasilla y chile habanero, que se queman cuidadosamente hasta obtener el tono oscuro. También se incorporan especias como orégano, comino, ajo y achiote.
El relleno negro se acompaña de bolitas de masa rellenas de carne molida, conocidas como but. Este elemento le aporta textura y equilibra los sabores intensos del recado. La receta varía según la región o familia, pero siempre conserva su esencia tradicional.
Se sirve comúnmente con arroz blanco y tortillas de maíz, siendo un platillo popular en celebraciones y días festivos en Yucatán. El relleno negro no solo es un deleite para el paladar, sino un vínculo cultural que une a las familias yucatecas en torno a la cocina tradicional.