Tekax, cuyo nombre en maya significa «Lugar de los bosques», es un municipio ubicado en la región sur del estado de Yucatán. Esta ciudad tiene un pasado ancestral que se remonta a la época prehispánica, cuando era un importante asentamiento maya dentro de la provincia de los Tutul Xiu, una de las más influyentes en la península. Los vestigios arqueológicos que se encuentran en sus alrededores dan testimonio de la relevancia de Tekax como un centro político y religioso.
Durante la época prehispánica, Tekax destacó por su cercanía con otros asentamientos mayas, como Mayapán, lo que favoreció el intercambio comercial y cultural en la región. Los mayas que habitaban esta zona se dedicaban principalmente a la agricultura, cultivando maíz, frijol, y otros productos básicos, esenciales para la subsistencia de la población. Además, la arquitectura maya se hacía presente a través de las estructuras ceremoniales y residenciales que hoy en día se pueden observar en las zonas arqueológicas cercanas a la ciudad.
Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, Tekax fue conquistada y convertida en un asentamiento colonial. Al igual que otras ciudades y pueblos de Yucatán, la evangelización católica fue parte fundamental de este proceso. La construcción de iglesias y edificios religiosos marcó el inicio de la influencia española en Tekax, siendo la iglesia de San Juan Bautista, uno de los edificios más representativos de este periodo, erigida en el siglo XVII.
A lo largo de los siglos, Tekax se convirtió en un centro agrícola y ganadero de gran importancia. Durante el auge del henequén en el siglo XIX, la región vivió un período de crecimiento económico que benefició a los habitantes de Tekax y sus alrededores. Las haciendas henequeneras, algunas de las cuales todavía se pueden ver en las cercanías de la ciudad, fueron testigos del esplendor económico de la época.
En 1847, Tekax fue escenario de uno de los conflictos más significativos en la historia de Yucatán: la Guerra de Castas. Este levantamiento indígena, que se extendió por varias décadas, tuvo a Tekax como uno de sus focos principales debido a su ubicación estratégica en el sur de la península y su gran población indígena maya. Durante este periodo, los mayas de Tekax se levantaron contra las autoridades coloniales en busca de mejores condiciones de vida y respeto por sus derechos ancestrales.
Tekax también jugó un papel importante como punto de defensa durante las incursiones rebeldes en la Guerra de Castas, convirtiéndose en una ciudad fortificada donde se construyeron torres de vigilancia que aún hoy forman parte de su paisaje urbano.