Tres Comidas Prehispánicas Icónicas de Yucatán

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La riqueza gastronómica de Yucatán se remonta a la época prehispánica, cuando los mayas cultivaban y utilizaban ingredientes nativos para crear platillos únicos. Aunque hoy en día muchos de estos alimentos han sido modificados, sus raíces aún pueden encontrarse en las cocinas tradicionales de la región. A continuación, se describen tres comidas prehispánicas que forman parte del legado culinario de Yucatán:

  1. Sikil Pak: Este es un dip tradicional hecho a base de semillas de calabaza (pepita), que eran fundamentales en la dieta de los antiguos mayas. El Sikil Pak se elabora moliendo las pepitas tostadas hasta obtener una pasta, que luego se mezcla con jitomate, cilantro y chile habanero. Se consume acompañado de tortillas de maíz o tostadas, y sigue siendo un aperitivo popular en la región. Este platillo tiene una historia ancestral, ya que la pepita de calabaza era uno de los ingredientes más valorados por los mayas por su alto valor nutricional.
  2. Poc Chuc: Este es un platillo de carne de cerdo marinada en jugo de naranja agria y luego asada a la parrilla. Si bien el uso del cerdo se introdujo después de la llegada de los españoles, la técnica de marinar y asar a fuego lento tiene sus raíces en las prácticas culinarias prehispánicas. Los mayas usaban otras carnes, como el venado o el pavo, para preparar sus platillos. El poc chuc, además de ser delicioso, es un ejemplo de cómo la cocina maya ha evolucionado sin perder su esencia original.
  3. Tzic de venado: El venado era una de las principales fuentes de proteína para los mayas, y uno de los platillos que preparaban era el tzic de venado. Este platillo consistía en carne desmenuzada de venado, que se mezclaba con jugo de naranja agria, cebolla, cilantro y otros ingredientes locales. Aunque hoy en día es más común encontrarlo preparado con carne de pavo o cerdo, el tzic sigue siendo un ejemplo del ingenio culinario prehispánico y el uso de los ingredientes de la región.

Estas comidas no solo son deliciosas, sino que cuentan la historia de una cultura que supo aprovechar los recursos naturales de su entorno. Las recetas han perdurado a lo largo del tiempo, y aunque han sido adaptadas a nuevas influencias, siguen representando el corazón de la cocina maya.