Miranda Heredia
Entre las colinas de la Ruta Puuc, se encuentra Xlapak, un sitio arqueológico que, aunque menos conocido que otros en Yucatán, ofrece una experiencia única y auténtica para quienes buscan adentrarse en el legado de la civilización maya. A solo 38 kilómetros de Uxmal y a unos 110 kilómetros de Mérida, Xlapak, que significa «paredes viejas» en maya, es un destino que invita a la exploración tranquila y reflexiva.
El sitio, que data del periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.), es una joya para los amantes de la arquitectura maya, especialmente del estilo Puuc. Este estilo, caracterizado por la rica ornamentación de sus edificios, está presente en toda su gloria en Xlapak. Aunque el sitio es pequeño en comparación con otros, cada estructura está meticulosamente diseñada, con detalles que reflejan la importancia ceremonial y política del lugar.
El edificio más destacado de Xlapak es el Palacio, una estructura de tres habitaciones que sorprende por su decoración. Las fachadas están adornadas con máscaras de Chaac, el dios de la lluvia, un tema recurrente en la arquitectura Puuc debido a la importancia vital del agua en la región. Estas máscaras, talladas con precisión en la piedra, muestran el profundo respeto y temor que los mayas sentían por las fuerzas naturales.
A diferencia de los sitios más grandes y concurridos, Xlapak ofrece una experiencia más íntima y personal. Aquí, puedes caminar entre las estructuras rodeado de naturaleza, escuchando solo el sonido del viento y las aves. Es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, permitiéndote imaginar cómo era la vida en este centro ceremonial hace más de mil años.
Los caminos que conectan Xlapak con los otros sitios de la Ruta Puuc también son una parte integral de la experiencia. Estos senderos antiguos, conocidos como sacbés, eran rutas comerciales y ceremoniales que unían las ciudades mayas. Caminar por ellos es como seguir los pasos de los antiguos mayas, sintiendo la conexión entre las diferentes partes de su mundo.
Visitar Xlapak es sumergirse en un fragmento del pasado que ha resistido el paso del tiempo con dignidad. No es solo un sitio arqueológico; es un recordatorio de la grandeza de una civilización que, a pesar de los desafíos, dejó una marca indeleble en la historia de la humanidad. Para aquellos que desean escapar del bullicio turístico y descubrir el Yucatán más auténtico, Xlapak es un destino que no debe pasarse por alto.