Miranda Heredia
Aké es un sitio arqueológico que, aunque menos conocido que otras grandes ciudades mayas, ofrece una experiencia única y fascinante en Yucatán. Ubicado a solo 40 kilómetros al este de Mérida, este antiguo asentamiento es un testimonio impresionante de la habilidad arquitectónica y la historia de los mayas.
El nombre «Aké» significa «Lugar de Bejucos», y su historia se remonta a más de 2,000 años, haciendo de este sitio uno de los más antiguos en la región. Lo que distingue a Aké es su monumental Pirámide Principal, una estructura escalonada que se eleva majestuosamente sobre la selva circundante. Esta pirámide, aunque parcialmente restaurada, conserva gran parte de su grandeza original, permitiendo a los visitantes imaginar la magnificencia de la ciudad en su apogeo.
Otro aspecto destacado de Aké es su inusual Sistema de Sacbé (caminos blancos), que conecta las distintas partes del sitio. Estos caminos, construidos con piedra caliza, eran utilizados para ceremonias y transporte, y muestran el nivel de organización y desarrollo de la civilización maya. El sacbé principal de Aké es particularmente notable, ya que se extiende en una línea recta que cruza el sitio, uniendo la plaza principal con otras estructuras importantes.
Cerca de la pirámide se encuentra la Plaza de las Columnas, un área ceremonial rodeada por pilares de piedra, que probablemente sostenían techos en tiempos antiguos. Este espacio abierto invita a la reflexión sobre las actividades rituales y sociales que aquí se llevaban a cabo.
Además de su riqueza arqueológica, Aké también es conocido por la Hacienda Aké, una antigua hacienda henequenera que aún se mantiene en funcionamiento. Aquí, los visitantes pueden observar el proceso tradicional de producción de henequén, conocido como «oro verde», que fue una industria clave en Yucatán durante el siglo XIX.
Visitar Aké es sumergirse en un pasado remoto, donde cada piedra cuenta una historia y cada estructura revela los misterios de la civilización maya. Para aquellos que buscan una experiencia auténtica y menos concurrida, Aké es una joya escondida que ofrece una conexión profunda con la historia y la cultura de Yucatán.