Por Miranda Heredia
Ubicado a solo 16 kilómetros al norte de Mérida, Dzibilchaltún es un sitio arqueológico que encapsula siglos de historia maya en un paisaje deslumbrante. Conocido por su nombre, que significa «El lugar donde hay escritura en las piedras», Dzibilchaltún es mucho más que un conjunto de ruinas: es un portal al pasado glorioso de la civilización maya.
El sitio es famoso por el Templo de las Siete Muñecas, una estructura icónica que recibe su nombre debido a las pequeñas figuras encontradas en su interior durante las excavaciones. Este templo es especialmente notable por el fenómeno solar que ocurre durante los equinoccios, cuando el sol se alinea perfectamente con sus puertas, creando un espectáculo de luz que ha fascinado a visitantes y estudiosos por igual.
Además del templo, Dzibilchaltún cuenta con uno de los cenotes más hermosos y accesibles de Yucatán: el Cenote Xlacah. Este cenote, cuyo nombre significa «pueblo viejo», tiene aguas cristalinas ideales para nadar y refrescarse después de explorar el sitio. Los antiguos mayas consideraban estos cuerpos de agua sagrados, y aún hoy, nadar en ellos se siente como un acto de comunión con la historia.
El Museo del Pueblo Maya, ubicado dentro del sitio, ofrece una visión profunda de la vida cotidiana, la religión y la arquitectura de los antiguos habitantes de la región. Aquí, los visitantes pueden admirar artefactos mayas y aprender sobre la impresionante historia que dio forma a Dzibilchaltún.
Ya sea para admirar su arquitectura, presenciar un equinoccio, o simplemente disfrutar de la serenidad de su cenote, Dzibilchaltún es una joya cultural y natural que todo visitante de Yucatán debe descubrir.