Miranda Heredia
La casona de finales del siglo XIX se ha convertido en uno de los museos más visitados en Paseo Montejo
Mérida, Yucatán. — El turismo en Yucatán comienza la semana con gran dinamismo. A pesar de ser lunes, el Paseo Montejo, una de las principales avenidas de la ciudad, está lleno de vida. Las temperaturas moderadas, que no superan los 27 grados al mediodía, favorecen la presencia de numerosos turistas nacionales e internacionales, quienes disfrutan recorriendo esta emblemática avenida conocida por su riqueza cultural.
Uno de los puntos más destacados es el número 46 de Paseo Montejo, donde a finales del siglo XIX, Aurelio Portuondo, un hombre de clase alta, mandó construir una majestuosa casona para vivir con su esposa. Sin embargo, debido a las tensiones generadas por la Revolución Mexicana, Portuondo tuvo que huir a Cuba y vendió la propiedad a Avelino Montes Linaje, un prominente empresario. En 1906, la Quinta Montes Molina comenzó a forjar su legado histórico cuando Avelino Montes se casó con María Molina, hija de Olegario Molina Solís, gobernador de Yucatán de 1902 a 1906.
Una de las hijas de este matrimonio, Josefina Molina, decidió preservar la esencia de la casona, convirtiéndola en uno de los sitios históricos más importantes de Mérida. La casa conserva el estilo arquitectónico y los interiores del Porfiriato, ofreciendo una ventana al pasado de Yucatán.
Desde 1956, la Quinta Montes Molina fue habitada por los descendientes de la familia Molina. Sin embargo, en 2006, se tomó la decisión de convertirla en un museo, en colaboración con la Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán. En entrevista, la directora del museo, Lilián Navarro, explicó que la casona necesitaba mantenimiento, y la familia consideró que convertirla en un espacio de exposición era la mejor opción. «Antes de ser un recinto cultural, la fama de la casa atraía a numerosos turistas y vecinos que deseaban conocer su interior», comentó Navarro.
«Tuvimos que realizar un arduo trabajo de curaduría e investigación para descubrir el origen de los muebles, los objetos y su estilo. Ha sido un proyecto que hemos desarrollado progresivamente a lo largo de los años», añadió. Para Navarro, es crucial conservar la Quinta Montes Molina como un sitio histórico, ya que es uno de los testimonios mejor preservados del «oro verde de Yucatán», un periodo en el que la región experimentó un notable desarrollo arquitectónico y social.
Navarro también destacó que el turismo en Yucatán ha mostrado una notable recuperación tras la pandemia, y que la seguridad de la ciudad anima a los turistas a visitar sitios culturales. «Mérida tiene mucho que ofrecer. La seguridad que sentimos y vivimos aquí convierte al turismo en una de las principales fuentes económicas de la región», afirmó.