El Convento de San Antonio de Paduarecinto es el corazón arquitectónico y espiritual de este Pueblo Mágico, y recorrerlo si viajas a Izamal es casi una obligación. Fue construido sobre un basamento prehispánico de un gran importante santuario dedicado al culto de Itzamná, conocido en el pasado como Casa de las Cabezas y los relámpagos.
El Convento de San Antonio de Padua tiene el atrio cerrado (conformado por 75 arcos) más grande de América y el segundo más grande del mundo después de la Basílica de San Pedro en Roma.
Su interior también te maravillará. Ahí encontrarás un retablo estilo barroco cubierto con baño de oro, nichos con imágenes de Santa Lucía, de la coronación de la Virgen como Reina del Cielo, una pila bautismal de piedra labrada y dos confesionarios de madera tallada.