Estamos seguros de dos cosas: una es soñarlo y otra es vivirlo. Así que en esta oportunidad te traemos una nueva aventura con las mejores recomendaciones para que vayas planeando tu próxima aventura.
Cerca de la ciudad colonial de Valladolid, en el poblado de Temozón se encuentra el Cenote Hubiku, justo entre Chichén Itzá y la zona arqueológica de Ek Balam. Además de contar con todo lo que un turista necesita, el cenote brinda un plus cultural y natural que te harán sentir en total paz.
Desde arriba se filtra la luz del día, lo que produce pequeños rayos de sol en las cascadas, enredaderas y vegetación que se encuentra alrededor del Cenote, unas colgando como cortinas y otros adornando el lugar.
Sin embargo, puedes llevar algún aperitivo para compartir con tus amigos, familiares o quien sea que te haya acompañado. Eso sí, debes llevar una bolsa para guardar todos los desechos y luego botarlos en tu casa, pues este lugar paradisíaco natural tiene sus reglas de limpieza.
Para llegar desde la ciudad de Mérida, debes tomar la carretera federal que va hacia Cancún y conducir hasta Valladolid; una vez que llegues, tomas la desviación de la carretera 292 hacia Temozón, al final de este pueblo encontrarás al cenote Hubiku.
El cenote Hubiku está situado en la carretera entre Valladolid y el sitio arqueológico de Ek Balam. Lo visitamos después de pasar una mañana explorando las increíbles ruinas de Ek Balam y nadando en el Cenote Ek Balam (Cenote X’Canche).