La ex hacienda Dzoyaxché, que forma parte de la reserva ecológica de Cuxtal, tiene varios atractivos, entre los que destacan paseos en «truck», visitas a un cenote, estanque para nadar, área de juegos rústicos, sitio para acampar y parte de antigua maquinaria con la que se procesaba la fibra de henequén.
Dzoyaxché es el punto final de una visita a las siete ex haciendas que se ubican en las 11 hectáreas de la reserva, que en junio próximo cumplirá su quinto aniversario.
Se cuenta también con una guía ilustrada de la Reserva Cuxtal, que contiene información y fotografías de las ex haciendas que forman parte de la reserva.
La vegetación de Cuxtal, recuerda el entrevistado es de tipo baja caducifolia, en distintas etapas de regeneración, y la fauna característica es el venado cola blanca, armadillo, reptiles y diversas especies de aves.
También hay varios cenotes, algunos de los cuales pueden visitarse como en el caso de Dzoyaxché, que tiene escaleras de acceso e iluminación.
La subcomisaría de Dzoyaxché, que se ubica a 32 kilómetros de Mérida, colinda al sur con Huayalce y al norte, con Molas.